Escribir un elogio no es una tarea sencilla, ya que envueltos entre tantas tareas logísticas y legales posterior al deceso suele escribirse cuando recientemente se está sufriendo la pérdida de un ser querido. Es normal que te sientas aturdido y sobre todo sin ánimos de hacer algo más que no sea procesar tu pérdida.
Un elogio es un discurso, reflexión o escrito sobre la vida de una persona o animal que recientemente falleció, es una manera de honrar y expresar gratitud a su vida.
Escribir un elogio es una forma de sanar y liberar el dolor, es una salida para expresarnos y al mismo tiempo, invitar a familiares o amigos a homenajear la vida de su ser querido durante su proceso de duelo.
Es probable que no tengas ni idea de como comenzar a escribir y tengas muchas ideas en la cabeza o quizás tu mente se encuentre en blanco, por ello queremos ayudarte en este paso con las siguientes recomendaciones:
¿Cómo empezar a escribir un elogio?
Empieza por hacer una lista de recuerdos de tu ser querido, recuerdos, cualidades, manías, etc, en este paso te recomendamos invitar a tu familia o amigos para reflexionar contigo esta tarea. L más importante es empezar a redactarlos en cuanto lo sientas, no importa el orden.
Al escribir un elogio, rememora recuerdos, anécdotas graciosas, mientras más hablen de estos temas, más personal y entrañable será tu discurso, al mismo tiempo cuestionate si sonríen cuando hablan de cierta manía o causa melancolía hablar sobre su niñez. Presta atención a lo mucho que le querían las personas de su vida.
Es probable que esta parte del proceso les provoque muchas emociones, muchas buenas, pero posiblemente también algunas difíciles de manejar. Respira profundo, no levantes muros ni intentes resistirte a sentimientos desconocidos, es normal sentir enojo, ansiedad, tristeza, todos tus sentimientos son válidos.
¿Cómo elegir qué incluir y que no?
Las personas no son perfectas, y eso lo sabemos, así que un discurso lleno de oraciones propias que describan cualidades inexistentes acompañadas de un lenguaje propio, harán que el elogio se sienta vacío y caerá en saco roto.
Para rendir un homenaje adecuado y ayudar a quienes están de duelo junto a ti, es mucho mejor entrelazar historias graciosas y memorables en las que la persona dejó una huella en la vida de amigos y familiares. Incluye momentos que ilustren su personalidad, como experiencias con lugares, música, comida, películas y aficiones favoritas. Cuando empieces a reunir estos elementos, probablemente notarás que empieza a desarrollarse un tema y en ese momento, más que un discurso, habrá una historia que contar acerca de una persona que marcó tu vida.
Independientemente de cómo lo enfoques, los recuerdos y las historias sobre tu ser querido deben ser el centro. Deben entrelazarse para pintar una imagen de la persona, permitiendo a los invitados al funeral la oportunidad de reflexionar sobre sus propias experiencias con ellos.
¿Cómo saber si es un buen discurso?
No hay una forma fija de estructurar el elogio, ni una respuesta única en cuanto a la longitud. Sin embargo, hay algunas prácticas recomendadas que puede tener en cuenta al escribir, editar y releer su trabajo.
Mantén el lenguaje fluido y claro; evita complicar un momento ya difícil intentando sonar poético o “profundo”. También puede ser útil identificar los momentos de pausa en el discurso, ya sea para reír o llorar. Éstos pueden ser sus puntos de referencia, un lugar para reagruparse al pronunciar el elogio
Mientras escribes puede ser útil recordar que la capacidad de atención de la gente, incluso en los funerales, puede ser corta. Una buena regla general es mantener el discurso entre 5 y 10 minutos.
¿Cómo prepararse para presentar el elogio?
Deja a un lado la pena a la hora de hablar delante de los amigos y la familia, especialmente sobre algo tan delicado como el dolor y la pérdida personal. Para aliviar parte de la ansiedad, considera lo siguiente:
- Antes de presentarlo, lee tu discurso enfrente de alguien de confianza. Pídele que te diga si puede seguir el arco de las historias que has incluido, o si sonaste muy redundante o perdiste el hilo conductor. El mero hecho de compartirlo puede hacer que descubras pasajes que quieras acortar o aclarar.
- Léelo en voz alta. Léelo de nuevo en voz alta. Cuanto más leas tu discurso en voz alta, más cómodo te sentirás al decirlo ante las personas.
- Mientras practicas, asegúrate de hablar despacio y con claridad. Usa un cronómetro para apoyarte e intenta anotar los tiempos de cada tema para que sepas que estás hablando fluidamente.
- Imprime tu elogio o escríbelo a mano para que puedas leerlo fácilmente desde un podio y asegúrate de tener pañuelos y agua a mano.
Quítate algo de presión recordando que nadie espera que seas un experto en oratoria. Es normal titubear o llorar, no te disculpes si eso ocurre. Si transmites un mensaje de recuerdo y amor que te salga del corazón, tu elogio ayudará a aliviar tu propio dolor, así como el de aquellos que han venido a compartirlo.
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