La creciente demanda por Servicios Funerarios durante la pandemia del COVID-19 originada a principios del 2020 y “controlada” hasta finales del 2021. Hizo que las familias de las víctimas de la enfermedad se vieran obligadas a tener funerales en tiempos de Covid-19, de formas que no tenían contempladas.
A pesar de que el Gobierno Federal prohibió la cremación de los cadáveres desde el comienzo de la pandemia. Diversos Servicios Funerarios no consultaban con los familiares la opción de inhumar el cuerpo, y simplemente se incineraban. Con la justificación de que así lo dictaban los hospitales. A cambio se tenían funerales en tiempos de Covid-19 a cajón cerrado para después ser entregados los restos en una urna.
Esto puede ser debido a la poca capacidad disponible en los panteones. De acuerdo con un informe realizado por el INEGI a finales de octubre del 2020 a nivel nacional se reportaron 6 millones 99 mil 547 fosas o tumbas, de las cuales el 83 % ya se encuentran ocupadas y solo el 16.7 %, disponibles.
Es importante mencionar que desde el 2017 se ha pedido a los cementerios y funerarias del país. Aumentar su capacidad física para contener el gran número de cuerpos que aumentaba, crecimiento que se descontroló durante la pandemia.
El incremento de los precios de los Servicios Funerarios
No suficiente con el dolor de perder a un familiar y en ocasiones a más de uno a causa del virus Covid-19. Los allegados al difunto tenían que pagar un servicio funerario inmediato que debido a las altas demandas y la utilización de materiales de protección por parte de los trabajadores para evitar un posible contagio, este rondaba de entre los 15 mil hasta los 50 mil pesos.
Por otro lado, el funeral solamente podía realizarse con ataúd cerrado. Con una duración no mayor a las cuatro horas y no más de 20 asistentes, siempre manteniendo la sana distancia y medidas sanitarias necesarias.
Al aumentar el precio de los servicios funerarios, sumados a los gastos médicos originados por el virus, y el creciente desempleo al que se enfrentaron miles de familias mexicanas, las deudas, los préstamos y los embargos no se hicieron esperar. Haciendo aún más devastador el proceso del duelo.
El 24 de noviembre del 2020 el Gobierno Federal lanzó un plan de apoyo económico de 11 mil 460 pesos a los familiares de los fallecidos por el Covid-19. Las ayudas se pueden solicitar a través del portal de Internet Clic Aquí completamente gratis.
El 2020 será recordado como uno de los más mortíferos de la humanidad. Cambió para siempre nuestras costumbres, nuestra forma de interactuar con los demás y de ver la vida.
Hay quienes no pudieron despedirse, otros que ni siquiera tuvieron el acceso a los cuidados necesarios y fallecieron, desde el 2020. Miles de familias mexicanas quedaron incompletas y sin tiempo para procesar lo sucedido, tuvieron que salir adelante con los recursos que tenían a la mano.
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Si bien la muerte es un proceso biológico de la vida al cual todos nos vamos a enfrentar, el tener una despedida digna no debería ser un lujo sino un derecho.