Como adultos uno de nuestros deberes es cuidar y proteger a los más pequeños. Eso implica muchos factores, como vigilar y evitar que se lastimen cuando juegan y hablarl de cosas difíciles, como explicarle a un niño qué es la muerte.
Teniendo en cuenta esta premisa, desde hace muchos años, pero de una forma en particular en los hogares mexicanos por parte de la figura materna. Es normal que evitemos hablar de temas sensibles, como el nacimiento de los bebés y la muerte.
Cuando tenía 6 años, mi mejor amiga en la primaria, falleció por un accidente automovilístico, Erika, había salido a jugar con su perro al estacionamiento de su Residencia como cada tarde. Un residente en medio de una pelea con su esposa, no prestó atención al frente y pasó por encima de un extraño bache.
Erika era mi vecina, habíamos quedado en hacer juntas la tarea ese día, yo estaba en el comedor con mi abuela cuando escuché los gritos que venían del estacionamiento. Esa tarde ella no vino a casa, al día siguiente no fue a la escuela, y a la semana, sus padres me dijeron que estaba durmiendo y no sabían cuándo iba a despertar.
Mi abuela me dijo que Erika, estaba en un lugar mejor, en donde no sentía dolor. En ese momento pensé que estaba de vacaciones en el mar, muy lejos del dentista.
Fue una etapa difícil, llena de preguntas sin resolver y de actitudes por parte de mis papás que no entendía, resumiendose como una época triste y solitaria.
Estoy segura de que las cosas habrían sido más fáciles si me hubieran dicho la verdad. Al mentirme, no evitaron que sufriera, sino que desconfiara de sus palabras.
Cuando los niños son muy pequeños (entre 4 a 7 años) pueden no entender en absoluto lo que está sucediendo. Y su dolor se caracteriza a menudo con la confusión y los comportamientos inquietos en lugar de manifestar tristeza. Dependiendo de su consciencia, la mejor es consolarlos físicamente y mantener sus rutinas iguales, recordándoles que son amados y están en un ambiente seguro.
Nuestra prioridad como adulto en la vida de un niño en duelo debe ser acercarse a sus emociones con validación y orientación. Los niños captan el hecho de que nosotros también estamos en duelo.
Consejos para explicarle la muerte a un niño:
- No invalides sus sentimientos, ni emociones.
- Sé abierto y honesto cuando hagan preguntas difíciles, evita las respuestas fantasiosas y poco realistas.
- Tranquiliza y apoya sus preocupaciones sin negar ni minimizar sus miedos.
- Antes de decir algo, pregúntale al niño cuáles son sus ideas acerca de la muerte. Escucha lo que ellos entienden y completa sus lagunas o corrige los malentendidos.
- Abordarlo por medio de libros, aquí te dejamos una lista de autores que te pueden ayudar para poder explicarles este tema de una forma más ligera, Clic Aquí.
Es normal que expresen su preocupación por su mortalidad o la de otros adultos a los que quieren, no niegues ni minimices sus temores. Cuando vean que te sientes cómodo mostrando tus emociones, los niños entenderán que está bien hacerlo ellos mismos, y seguirán sanando juntos.
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