La muerte nos afecta a todos. En algún momento de nuestras vidas, perderemos a un ser querido y la dificultad que sigue mientras intentamos sanar y seguir adelante no es nada fácil. Ser empleado y volver al trabajo cuando el duelo es insoportable es uno de los momentos más difíciles tras la muerte de un ser querido, incluso si tu empresa ofrece un permiso por duelo.
Es importante recordar esto, tanto si eres tú quien vuelve al trabajo como si es un compañero de tu oficina, ya que necesitarán apoyo durante este periodo tan doloroso, por ello ten en 9 cosas que tu empleado en duelo, desearía que supieras.
1.- El positivismo tóxico puede ser realmente perjudicial:
Por mucho que quieras animar a alguien, ya sea por un buen trabajo o por cualquier otra cosa, ser demasiado positivo puede crear en realidad un ambiente negativo.
Aunque la mayoría de la gente sabe que no debe decir: “Te pondrás bien” o “Tu ser querido está en un lugar mejor”, eso no significa que la positividad tóxica no pueda estar presente en el lugar de trabajo.
Por ejemplo, decir “parece que estás mejor a pesar de que tiene poco tiempo tu pérdida” puede parecer inofensivo, pero para el empleado afligido ese tipo de positividad puede resultar tóxica, pues invalida sus emociones y sentimientos.
2.- Cuidado con el exceso de empatía:
Cuando un empleado en duelo se reincorpora al trabajo, intentar crear un entorno cómodo y de apoyo para él puede resultar desalentador. No se excedan al intentar consolarlo, es probable que le bombardeen con condolencias, preguntas sobre cómo se encuentra y cómo sucedió, qué hará ahora, etc. Aunque todo esto es maravilloso, puede llegar a ser demasiado. Las buenas palabras no necesitan ser repetidas todo el tiempo.
3.- Paciencia y respeto todo el tiempo:
No se puede esperar que alguien que acaba de regresar de una baja por duelo vuelva a ser “el de antes“. De hecho, este empleado en duelo no tiene ni idea de cuándo, o si volverá a estar al 100 %. Como jefe o compañero, tu empleado quiere que sea paciente con él. Cosas como la flexibilidad de horario o el permiso para tomarse un descanso y serenarse pueden ayudar mucho a su proceso de curación.
4.- Comprueba que todo va bien:
Un simple “¿Cómo estás hoy?”, marca la diferencia. Nunca se sabe cuándo tu empleado puede estar de humor para hablar de su situación o simplemente para charlar de algo que no tiene nada que ver. Ese pequeño gesto de comprobación que reconoce que su empleado sigue sufriendo y que no has olvidado.
5.- Ajustar las tareas y los plazos es muy apreciado
Para muchos de nosotros, volver al trabajo después de perder a alguien es inevitable, pero eso no significa que nuestra mentalidad sea la de antes. Sé el primero en hablar con su empleado afligido sobre el trabajo que puede y no puede manejar en este momento puede ser beneficioso para todos.
A algunas personas les gusta dedicarse a un montón de trabajo cuando están de luto, mientras que otras necesitan mantener las tareas en el lado más ligero. Encontrar el equilibrio adecuado para tu empleado durante este momento difícil es un gran gesto de empatía.
6.- Intente leer las señales de tu empleado
Todo el mundo se aflige de forma diferente. Y, en la misma línea, cada persona procesa sus emociones y maneja sus sentimientos de forma diferente. El duelo y el luto son imprevisibles, al igual que las personas que los experimentan.
Ser una persona que conoce esto y se toma el tiempo para leer las señales de sus empleados habla de la calidad de persona que eres y lo mucho que aprecias tus recursos humanos.
7.- No compares las pérdidas
Dado que la muerte puede hacer que la gente se sienta incómoda, saber qué decir y cómo decirlo puede resultar complicado. Aunque hay quienes saben que dar el pésame y ofrecer un hombro para llorar es suficiente, hay quienes, en un intento de relacionarse con la persona en duelo, comparten su propia historia de pérdida.
Esto nunca es una buena idea. Aunque pueda parecer que te pones al nivel de tu empleado y le demuestras que lo comprendes, es una invalidación de sentimientos.
Nunca compares las pérdidas. No se trata de ti en este momento.
8.- Hazle saber a tu empleado que estás ahí p00ara él
No todo el mundo quiere hablar de su pérdida o incluso de la muerte en general. No es un tema fácil, sobre todo cuando se está de luto. Un buen director o departamento de recursos humanos le dirá que está a su disposición cuando esté dispuesto a hablar. Pero, al igual que ocurre con el exceso de empatía, no es necesario que sigas ofreciendo tus servicios. Basta con que tu empleado lo sepa una vez y ya acudirá a ti si lo necesita.
9.- Hacen lo mejor que puede
Lo más importante que el empleado afligido quiere que tú, su jefe, sepa es que están haciendo lo mejor que pueden. Tendrá días buenos, días malos y días en los que necesitará tomarse un día de salud mental. Pero, cuando esté en la oficina, hará todo lo posible para dar lo mejor de sí mismo, así que ten paciencia con él.
Muchas veces no es sencillo brindarle consuelo a alguien con quien no tenemos una amistad cercana, aunque siempre es bueno brindar herramientas que puedan ayudar a tu empleado a superar este proceso de una forma más ligera, por eso te recomendamos nuestros grupos de apoyo impartidos por nuestros profesionales y 100 % gratuitos.
O si bien, lo que buscan es ayuda profesional personalizada, puedes consultar nuestro comparador de tanatólogos de acuerdo a su ubicación y necesidades.