El duelo es todo un proceso que conlleva muchas emociones, como la ira, la insensibilidad, la tristeza y la inestabilidad. Se manifiesta de formas distintas en cada persona. Esto, por sí solo, es una carga pesada para nosotros mismos, pero nuestras necesidades emocionales también interactúan con las necesidades emocionales de los que nos rodean.
Equilibrar tus emociones con las necesidades que las personas importantes de tu vida esperan de ti, es un tema delicado. Es un proceso de prueba y error por parte de todos los implicados.
En realidad, no hay una reacción “apropiada” o “normal” ante el duelo, a veces te sentirás incómodo y otras como si nada. Recuerda que el duelo es personal e individual para cada uno de nosotros. Intenta no juzgar las reacciones y emociones externas de tus seres queridos. Pregúntales cómo puedes ayudarlos, consolarlos y sé sincero con ellos sobre tus emociones, habrá cosas que quizás puedas hacer por ellos y otras que no, no te fuerces ni los fuerces a ellos a hacer cosas que no quieren, en estos momentos hay que soltar y jalar poco a poco. Leer ¿Cómo sobrellevar el duelo parental en la infancia? Clic Aquí.
Sin embargo, si te preocupa tu propio estado emocional o el de alguien cercano, acude a un profesional para que te asesore. Un tanatólogo los puede ayudar a aliviar su mente sobre el proceso y abordar incluso las etapas más difíciles del mismo. Puedes encontrar la mejor opción para ti, en nuestro comparador gratuito. Clic Aquí.
Nunca olvides lo siguiente: Nadie sabe lo que estamos pensando y nadie puede adivinar nuestras emociones si nosotros no las externamos.
Nuestra lucha interna no siempre es evidente para las personas que nos rodean. De hecho, a menudo se enmascara, ya sea a propósito o no.
Desafortunado es normal que muchas personas reaccionen con frialdad antes nuestras emociones o no reaccionen de acuerdo a lo que nosotros esperamos. Debes recordar que sus comentarios no son en absoluto un reflejo de tu dolor.
Ser honesto con tus amigos o familiares sobre tu dolor y lo complicado que es para ti el proceso de duelo, puede ayudar a equilibrar su necesidad de desestimarlo.
Empieza poco a poco y tantear el terreno, habrá cosas que tengas que hacer como parte de tu rutina diaria a pesar de que no tengas ganas de hacerla, (esto puede encajar cuando eres padre de niños pequeños). Hay responsabilidades que no podemos ignorar, pero también es válido delegar obligaciones o bien, dejar de priorizar actividades que no aporten nada positivo a tus emociones.
Toma nota de cómo te sientes cuando atiendes las necesidades emocionales de los demás. Cuando empieces a sentirte abrumado, díselos.
Por supuesto, equilibrar tus necesidades emocionales con las de los que te rodean es importante para mantener las relaciones que significan mucho para ti. Incluso en medio del dolor, no debes alejar a la gente que te quiere y que quieres. Extendiendo la mano y siendo vulnerable y abierto ayudarás a fortalecer esos lazos.
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